Dolores es una atractiva mujer de 33 años. Se dedica a crear eventos, ambienta los espacios y elige las temáticas. Su sensibilidad y creatividad hicieron que se destacara en ese rubro. A pesar de su éxito laboral, últimamente nota que el trabajo le aburre. Tiene una sensación crónica de vacío, no puede identificar a qué se debe. Así como le sucedió en sus anteriores cuatro trabajos, siente que necesita un cambio. No sabe qué quiere. A veces experimenta sensaciones de grandiosidad cuando sus colaboradores elogian sus ideas. Al poco tiempo se siente totalmente desvalorizada por ellos cuando manifiestan descontento. La critican por sus repentinos cambios de planes e ideas sobre la marcha de los proyectos y se quejan de su mal humor y su modo iracundo. Dolores tiene una sensación muy molesta y familiar: la de vivir en una montaña rusa emocional. Con frecuencia recurre a las bebidas alcohólicas para anestesiar las emociones negativas, lo cual le trae molestias gástricas.
Hace unos meses Dolores conoció a Pedro, un hombre viudo muy cariñoso, sereno y empático. Comparten juntos mucho tiempo, salen y se divierten. Dolores tiene la costumbre de llamar frenéticamente a Pedro durante la jornada laboral sin poder esperar a que él salga de su oficina. Ella teme que él la abandone si ella no está constantemente presente en su vida. Siente desesperación. Pedro le explicó reiteradas veces que sus llamados interfieren en su trabajo. Le pidió que no lo llamara y le advirtió que a partir de ese momento no podría contestarle. Le dijo que, de ser urgente podría comunicarse con su secretaría, quien le daría el mensaje. Dolores sintió ira y actuó impulsivamente. Al salir de su oficina, Pedro vio que su auto estaba abollado, cubierto de basura con un cartel que decía TE ODIO. No era difícil saber de quién provenía. Pedro decidió cortar la relación en ese momento. Esto hizo que Dolores efectivamente se sintiera abandonada por él.
Así como Dolores, hay personas con muchas cualidades, que sufren y tienen dificultad para encontrar un lugar sólido desde donde construir y desplegar su potencial. Su autoimagen, cogniciones y afectos son inestables. La manera extrema en que afrontan ciertas situaciones muchas veces hacen que éstas se tornen aun peor de lo que son. Ellos pueden ser ayudados por psicoterapias específicas. Terapia de Esquemas ha demostrado su efectividad para ayudar a personas que padecen este trastorno.
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